La lectura es sin duda la mejor manera de ampliar el vocabulario y memorizar la gramática aprendida. Los profesores de ruso como lengua extranjera recomiendan no limitarse a los materiales académicos, sino leer obras literarias originales para ver cómo se aplican numerosas reglas gramaticales en el idioma, y así hacerse una idea real del mismo. No obstante, la lectura sigue siendo uno de los principales problemas de los estudiantes de ruso. Hoy queremos intentar llegar al fondo de los problemas de lectura, por qué y cómo superarlos.
Lee lo que te interesa
Si lees lo que no te despierta interés, de poco te servirá esa lectura. Tómate en serio la elección del género, del autor e incluso de la extensión del texto. Si te gusta el género corto, sigue adelante. Sé pragmático y racional. Leyendo y disfrutando de la lectura se consigue el mejor resultado.
Elige obras de nivel de dificultad adecuado
Si tu sueño es leer Crimen y castigo en versión original, pero tus conocimientos de ruso distan mucho de un nivel avanzado, busca clásicos más accesibles de la literatura rusa. Por ejemplo, Chéjov es conocido por su escritura sencilla y es perfecto para los estudiantes que continúan aprendiendo ruso.
No te detengas solo en las novelas
Lee relatos cortos, revistas, páginas web temáticas y artículos. Te darán una idea de la variedad de géneros y estilos lingüísticos. Los textos breves y modernos te ayudarán a diversificar tu propio vocabulario incluyendo nuevas frases y palabras.
Presta atención a la literatura traducida
Si ya has leído una obra de un autor extranjero en tu lengua materna, resulta razonable empezar a leer la misma obra en ruso. Una comprensión general del contenido y del contexto del libro facilitará la comprensión del texto en ruso.
Los cuentos rusos no son los más fáciles de leer
Se considera que la literatura infantil es fácil, pero éste no es el caso de los cuentos de hadas y el folclore rusos. La originalidad y riqueza del cuento ruso se remonta a los siglos más remotos. Muchas palabras y términos se consideran obsoletos y hoy en día no se utilizan en el habla cotidiana. Eso puede ser un serio obstáculo con un resultado poco evidente. Si te interesan los libros infantiles, elige autores contemporáneos.
